(Suena el teléfono)
- Hola.
- Hola, ¿qué tal?.
- Bien... ¿qué pasa?.
- Nada, que sé que estabas preocupado ayer y quería ver qué tal estás hoy.
- ¿Solo me llamas para eso?.
- Pues sí, es solo para eso... ¿te parece poco?.
- No, me parece mucho. Mucho. Muchísimo.