Menuda se ha montado. El pasado sábado ya tenía yo algún síntoma, pero me duró más bien poco y ha sido dos días después cuando realmente he sufrido en mis carnes una Gripe estomacal.
El domingo, mi familia y yo celebramos en un restaurante el cumpleaños de mi tío Antonio, y disfrutamos de una opípara comida de tapeo: tortilla, choricitos, ensaladilla rusa, calamares, ensalada, croquetas... etc etc. ¡Quién me podía decir a mi que ese estupendo encuentro se iba a convertir en una pesadilla!.
Lo "gracioso" vino ayer por la tarde cuando salí de trabajar: empecé a sentirme mal progresivamente, aunque hasta que llegué a mi casa por la noche tras dejar a mi chico no empezó lo peor. Me tuve que ir a la cama, pues me sentía muy revuelto, lleno de nauseas y, por supuesto, incapaz de comer nada. Pero dos horas después, sobre las 00:30h, me desperté de lo que me dolía y apenas pude conciliar el sueño. Cuando ya eran las 2 y pico de la mañana, vomité todo lo que había comido ese día y fue un trago realmente duro. Aparentemente me sentí mejor, pero la misma escena se repitió dos horas después.
Esta mañana me he despertado mareado pero infinitamente mejor. Ya que no era un día en que tuviera especiales quehaceres, he preferido quedarme en casa reposando, pues apenas he dormido, y a lo largo de lo que llevo de día ya me encuentro mucho mejor. Ahora en un rato iré al médico a ver qué me dice, pero ya tengo claro lo que me ha pasado: un virus estomacal que produce gastrointeritis, y que por suerte llega tan rápido como se va.
Pero, ¿cómo puedo haberlo cogido?. Lo primero que hice esta mañana fue llamar a mi chico. ¿Adivinais mi sorpresa cuando me dice que a él le ha pasado lo mismo?. Me he quedado fatal: pensé que se lo había pegado o algo así. Pero por suerte no ha sido así, parece ser: ¡¡casi todos los presentes en esa comida del domingo están enfermos!!!. Mis tías, mi tío, mi prima... y me he quedado encogido cuando también he sabido que Laura, una niña pequeña hija de unos amigos de mis tíos ha tenido que ser ingresada y ponerle una vía anoche por la misma causa. Por supuesto, tanto sus padres como su hermano algo mayor también han caído presa de esta maldita gripe.
Qué asco, la verdad... no valemos absolutamente nada. Al menos es algo benigno y que pasa rápido. Porque, la verdad, en casa me aburro profundamente y preferiría estar trabajando.
Un abrazo.