Llego al trabajo desde casa tras comer, donde viendo el Telediario (sí, ese supuesto programa que emiten todas las cadenas casi a la misma hora para contarnos su versión de cómo va el mundo dependiendo del ente político que las posea) alucino con el brote de violencia radical de los chavales de Alcorcón.
Me pregunto constantemente de donde surge tanto odio. Es decir, odio de ese que te hace perder los papeles, la conciencia y lo único que te hace humano: la capacidad de raciocinio. Pero como dice Evey en V de Vendetta, Cada vez que he visto cambiar este mundo ha sido para peor. Maldita sea, qué triste es eso. Qué triste es que personas jóvenes, supuestamente nacidas en tiempos de paz y tolerancia, se dediquen a matarse y promover la violencia, el odio, el racismo y la xenofobia entre ellos.
Este mundo está enfermo. Maldita sea... tenemos que hacer algo. Pero, ¿qué¿. Yo lo único que hago o puedo hacer es intentar que mi pequeño universo se componga de cosas normales, que haya consensos, diálogos, buena fe. Más no puedo hacer, siendo solo un pequeño granito de arena.
Un abrazo.