14 de enero de 2010

Hablemos de mamarrachas


Lo de esta tipa, la excelentísima Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, ya clama al cielo. Personalmente, y como ya publiqué hace unos días en este mismo blog (al igual que muchos compañeros blogueros), creo que las medidas que quiere sacar adelante esta mamarracha descerebrada son obscenas, llenas de cinismo y lo que es más importante: anticonstitucionales.

Finalmente no ha llegado la sangre al río, pero es que de haber sucedido, nos hubieramos puesto prácticamente al mismo nivel que, por ejemplo, la censura de China, y hubiera recortado seriamente las libertades del internauta en este país, además de sentar un muy peligroso precedente.

Leo hoy asombrado que el ministerio de cultura se va a gastar 1,5 millones de euros en un buscador de Webs P2P y yo, en mi inocencia, me pregunto dónde va a ir verdaderamente esa pasta pública. Porque buscadores de redes P2P ya los hay a montones y dudo que se necesite uno de cosecha propia.

Ángeles González-Sinde llegó a la presidencia de la academia del cine español (ese club de amiguetes endogámicos que se nominan entre ellos si les invitan a una birra, aunque sus películas no se lo merezcan) de la mano de ese gran amigo de las clases altas llamado enchufe, ya que su papi fue el primero de los presidentes de dicha academia. Una academia que, salvo momentos en que algunas personas han intentado de verdad dar impulso al cine patrio, no ha hecho más que dar tumbos.

Pero una vez en el cargo, ya bien posicionada, solo bastó un poco de tiempo, unos cuantos discursitos anti-piratería y un poquito más de tráfico de influencias para ser nombrada de la noche a la mañana en una señora ministra de cultura. ¿Tanto cuesta, en serio, encontrar a alguien que sea capaz de ver las cosas con un mínimo de objetividad? ¿En serio piensan luchar contra la piratería a base de amenazas y juicios, en vez de renovar lo que claramente es un modelo de negocio caduco y arcaico?. Lo único que van a conseguir es desatar de manera muy real la ira popular, porque con Internet no se juega, señores.

Al tiempo: esta mujer le va a costar al gobierno de ZP un millón de votos como poco. Y es que entre ella y los de la mafia nacional consolidada y permitida llamada SGAE nos podemos morir de asco.

¿Que queréis que vayamos al cine a ver cine español?. Haced películas decentes o atractivas y menos subvencionadas, que aunque haberlas haylas, no abundan precisamente. ¿Que no queréis que haya piratería?. Pues bajad precios, haced distribuciones más efectivas, acercaos a la gente en vez de ponerla en vuestra contra con impuestos o leyes propias de un régimen fascista.

Me estoy acordando ahora, aunque no venga a cuento, de la reciente manifestación de los artistas en contra de la piratería donde Rosario Flores aseguraba que se estaba muriendo de hambre, cuando yo me he hartado de ver estas navidades su mierda de anuncio de colonia. Lo siento, pero estas cosas me provocan como mínimo una vomitona con vilis.

Como amante del cine (me da igual su nacionalidad), de Internet, de la música, tengo la sensación de que esto está llegando a un punto en que va a reventar malamente. Yo estoy ya harto de que mi presunción de inocencia se la pasen por el forro cobrándome un injusto canon que va a parar a las arcas de vagos y vivalavirgen que viven del cuento. Estoy cansado de que la academia de cine de este país no haga más que llorar y lamentarse de la piratería cuando el problema de base están en lo poco inspirado de sus producciones, y también asqueado ante tanto inepto/a que se supone que debe representar una parte tan importante de los aspectos de cualquier país que se precie como es la cultura. A ver si leemos bien la palabra: CULTURA.

Señora Sinde, desde hace ya mucho tiempo usted no representa para mí nada que tenga que ver con el cine ni la cultura, sino simplemente un claro ejemplo de enchufismo e ineptitud adornado con una evidente falta de personalidad, pues claro está que usted no es más que la marioneta de otras manos que quieren estar en la sombra tras una montaña de billetes.

Más claro, el agua.

Y por cierto, que conste que me gustó mucho Una palabra tuya. Aunque me duela reconocerlo.