Hoy es un día diferente. Hoy, Dani ha muerto.
Dani ha descubierto el alcance, la magnitud de muchas cosas, como suele ocurrir... por azar. Y ha sido como recibir un puñetazo fuertísimo al girarte y no esperarlo.
Dani está muerto. Dani ya no volverá a la vida. Hoy, una parte del corazón de Dani se ha enterrado y ya no podrá volver a salir. Qué gran verdad es esa de que la vida te va arrancando la inocencia según vás andando por ella. A veces más, a veces menos, y otras veces de golpe y porrazo.
¿Qué Dani emergerá de esta muerte?. No lo sé, pero no será igual.
Dani... está muerto. Hasta siempre.