Este personajillo llamado Pablo Motos, que se ha hecho un hueco dentro de los presentadores de televisión más famosos de la historia reciente de España, me resulta francamente insoportable. Llevo tiempo queriendo hablar de ello, pero ha sido hoy precisamente, tras la más que bochornosa entrevista (si se le puede llamar así) que hizo al actor de Perdidos Matthew Fox anoche.
Lo de Pablo Motos es impresionante. Está en todas partes. Se mete en todos los ajos. Aparece en todas las portadas. Le hacen reportajes en todos los dominicales. Ha conseguido abrir una brutal a la par que ridícula horneada de merchandising de su programa que, seamos francos, no es para tanto. Una vez has visto uno, has visto todos. Es por eso que hace ya bastante que pasé de verle en favor del inteligentísimo programa del Gran Wyoming El intermedio, salvo en ocasiones en que a golpe de talonario se lleva a un archifamoso que me llama mucho la atención.
Y es que, seguramente, sea solo por eso por lo que la gente ve su programa: en unos meses han pasado por su plató Will Smith, Hugh Jackman, Jorge García (también de Perdidos), Miley Cyrus, y un largo etcétera. La mayoría se va del programa con cara de lelos, absolutamente desorientados, y lo que es más importante: sin haber hablado apenas de lo que se supone van a promocionar en el programita de marras.
El esquema es sencillo: todo gira de un modo u otro alrededor de Motos. Empieza con un monólogo de noticias en plan cachondo y casi nunca con acierto, de ahí pasamos al invitado de la noche, al cual hace un par de preguntas (por decir algo) sobre lo que ha venido a promocionar, pero sin mucho interés real en la pregunta... solo le interesa pasar a Trancas y Barrancas, las hormiguitas de peluche. De ahí pasamos a los chorraexperimentos que fallan en un altísimo porcentaje, y de ahí terminamos con la cancioncita esa de Vete a dormir. Entre medias, Motos siempre se las apaña para hacer algún reto él mismo o lucirse en plan qué guay que soy.
Pues la verdad, y aunque tengo que reconocerle que es (lamentablemente) de lo mejor que hay en la televisión por el simple hecho de ser un programa de entretenimiento sin insultos, falacias o amarillismo, me cansa. Pero sobre todo él. El Sr. Ego, el Sr. Motos.
A ver, Pablito, para empezar a ver si empezamos a hacer menos de Mr. Amigo poderoso con los coleguillas, porque apadrinar un grupo musical que despierte mayor vergüenza ajena que El hombre linterna es francamente difícil. Que tener toda una linea de merchandising de... ¿Flypy? y las hormiguitas no tiene ni pies ni cabeza. Pero sobre todo estás tú y tu ego, ese que te hace aparecer en entrevistas (qué casualidad, de El País) como un auténtico pedante y creído. Quizá lo seas. Mejor para ti.
Al principio me hacías gracia, y ahora con el paso del tiempo te he cogido tirria. Y es una pena, porque si El Hormiguero se tomara un poco más en serio a sus invitados y no se centrara tanto en las patochadas de tus colaboradores y tu autolucimiento, sería el programa perfecto de entretenimiento para esa franja horaria.
Agur.
Lo de Pablo Motos es impresionante. Está en todas partes. Se mete en todos los ajos. Aparece en todas las portadas. Le hacen reportajes en todos los dominicales. Ha conseguido abrir una brutal a la par que ridícula horneada de merchandising de su programa que, seamos francos, no es para tanto. Una vez has visto uno, has visto todos. Es por eso que hace ya bastante que pasé de verle en favor del inteligentísimo programa del Gran Wyoming El intermedio, salvo en ocasiones en que a golpe de talonario se lleva a un archifamoso que me llama mucho la atención.
Y es que, seguramente, sea solo por eso por lo que la gente ve su programa: en unos meses han pasado por su plató Will Smith, Hugh Jackman, Jorge García (también de Perdidos), Miley Cyrus, y un largo etcétera. La mayoría se va del programa con cara de lelos, absolutamente desorientados, y lo que es más importante: sin haber hablado apenas de lo que se supone van a promocionar en el programita de marras.
El esquema es sencillo: todo gira de un modo u otro alrededor de Motos. Empieza con un monólogo de noticias en plan cachondo y casi nunca con acierto, de ahí pasamos al invitado de la noche, al cual hace un par de preguntas (por decir algo) sobre lo que ha venido a promocionar, pero sin mucho interés real en la pregunta... solo le interesa pasar a Trancas y Barrancas, las hormiguitas de peluche. De ahí pasamos a los chorraexperimentos que fallan en un altísimo porcentaje, y de ahí terminamos con la cancioncita esa de Vete a dormir. Entre medias, Motos siempre se las apaña para hacer algún reto él mismo o lucirse en plan qué guay que soy.
Pues la verdad, y aunque tengo que reconocerle que es (lamentablemente) de lo mejor que hay en la televisión por el simple hecho de ser un programa de entretenimiento sin insultos, falacias o amarillismo, me cansa. Pero sobre todo él. El Sr. Ego, el Sr. Motos.
A ver, Pablito, para empezar a ver si empezamos a hacer menos de Mr. Amigo poderoso con los coleguillas, porque apadrinar un grupo musical que despierte mayor vergüenza ajena que El hombre linterna es francamente difícil. Que tener toda una linea de merchandising de... ¿Flypy? y las hormiguitas no tiene ni pies ni cabeza. Pero sobre todo estás tú y tu ego, ese que te hace aparecer en entrevistas (qué casualidad, de El País) como un auténtico pedante y creído. Quizá lo seas. Mejor para ti.
Al principio me hacías gracia, y ahora con el paso del tiempo te he cogido tirria. Y es una pena, porque si El Hormiguero se tomara un poco más en serio a sus invitados y no se centrara tanto en las patochadas de tus colaboradores y tu autolucimiento, sería el programa perfecto de entretenimiento para esa franja horaria.
Agur.
6 comentarios:
he de decir que no estoy de acuerdo, no es que me apasione el programa, de hecho hace un año no entendia que hubiera tanto feo por metro cuadrado en un plató, pero ahora creo que me he acostumbrado a ello, sobre todo en una franja horaria que no hay mucho que ver y sirve para cenar tranquilamente.
En cuanto a wyoming ahi si que no, por que a ese si que no lo soporto de nunca, ni su rollo de chulo-madrileño-me-creo-gracioso ni su permanente cabreo en el tono de voz, etc etc etc, lo unico que salvo de su programa es la china, por que el resto de colaboradores como los dos catalanes que se creen que resulta gracioso tener dialogos en catalan, no se igual tiene gracia en madrid que pueda resultar exotico pero aqui me resulta de lo mas tontuzo, en fin que pa gustos los colores
mmm... bueno, Fer, está claro que discrepamos claramente en este punto... del programa de Motos, como ya he dicho, incluso he llegado a alabarlo en mi comentario porque tiene muchos valores que ya parecían olvidados en la televisión... pero es hacia Pablo Motos y su séquito concretamente contra el que arremeto... no soporto el egocentrismo extremo (el moderado hasta me gusta).
A mi me gustaba más el hormiguero de la radio, muchísimo más.
Konban wa, Daniel san. Yo discrepo en la mitad del comentario. Por una parte, el programa me parece de lo mejor que hay en la tv (aunque con lo que hay, casi que poco hay que hacer para superarlo). Pero en cuanto a lo de Pablo Motos, tienes mucha razón. Además, sé por boca de varias personas, que el personaje que parece ser en la tv, es muy distinto del real ,puesto que trabajando se convierte en un tirano, al que no le importa ridiculizar y tratar lo peor posible a los compañeros que trabajan a su lado. Sayônara!!!Mata ne!!
Javi-san! Estoy de acuerdo en que el programa, viendo el panorama de TV actual, es incluso BUENÍSIMO. Y lo que dices del Motos no eres la primera persona que me lo dice... y además se ve a la legua que es de esos "falsos" que delante de la cámara se transforman...
Aleluya Dios existe, por fin alguien que comparte mi opinión. Mi nombre es Lidia y tengo 62 años con esto quiero dejar sentado que no soy una joven que por serlo esta en contra de todo, soy argentina y en mi país vivo y veo mucho la cadena que trsmite a el programa de Motos (es su apellido real?), y como bien dice la crítica se nota y se palpa que es un agocéntrico y como tal no cabe duda que debe ser tírano con el équipo del programa que no lo reconozca como tal (un divo en la jerga). Días atrás pasaron el programa de 2011 en el cual el invitado fue Ricardo Darín mi compatriota, me dió la verguenza propia, ajena y cualquiera que pueda adjudicarse,n bochorno por ambos dos, Ricardo que fue a promocionar su película "Un cuento chino" le sirvió de perfecto partenaire para su ego. Cuando el papel de Motos en los medios lo desempeña una mujer el común de la gente opina "a esta la apaña algún señor que la produce el programa", en el caso de Motos quien lo hara mi Dios? Y Mario Vaquerizo de que la va? es decir es andrógino o que papel se supone que cumple, que Alaska me perdone porque ella sí es una figura, es un reverendo pelotudo (gilipollas en ibérico como los informados saben). Ah mensaje para Motos, no eres un metrosexual o un latin lover ya que la naturaleza no fue muy pródiga contigo (como conmigo vale la realidad) afeitate esa barba de galán porque en pantalla da de poco higíenico.
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