El pasado fin de semana he estado junto a mi Sera y mis queridos Guido y Jelle en Londres. A este adorable grupo se unió una buena amiga de Sera que vive allí, Marisa, y pese a los enormísimos contratiempos que hemos tenido con los aviones (qué asco da Easyjet, leñe), hemos podido disfrutar de un muy frío pero fantástico fin de semana en mi adorada capital británica. El motivo principal del encuentro fue el 42 cumpleaños de Guido, y creo que el muchacho se lo pasó de fábula. Cenas agradables, "asaltos" a su habitación del hotel con una tarta y el inevitable Happy Birthday (no sé cantarlo en alemán, me temo), además de muchos paseos por el centro convirtieron esos dos días en una colección fantástica de momentos inolvidables, solo empañados, como ya digo, por la brevedad del encuentro.
El sábado, por la noche, pudimos ir a ver el musical de Mamma Mia!, que todo cristo había visto ya en versiones alemanas y españolas, excepto yo, y qué puedo decir: me ENCANTÓ. Y en inglés, como a mí me gusta. El momento final cuando el teatro entero se levantó a cantar Dancing Queen y Waterloo fue apoteósico, inigualable, un subidón de alegría impresionante.
Aquí estamos el grupo al completo, a punto de disfrutar del musical. Tras él, una breve pero intensa salida por el Soho, y las visitas domingueras al Camdem Town y al London Eye hicieron el resto. Finalmente, llegamos a Madrid tardísimo por culpa (una vez más) del maldito Easyjet, que por otro lado luego no se cortaron un pelo en intentar vendernos sus rascaygana dentro del avión. ¡Ay si no fuera porque son tan asequibles!.
La verdad, me supo a poco. Todo con mucha prisa, sin demasiada pausa, como no podía ser de otro modo y ya sabíamos que sería, pero siempre he ido a Londres con tiempo de ver mis lugares favoritos del mismo, cosa que no ha ocurrido esta vez. Pero disfrutar de una de mis ciudades favoritas por primera vez con mi nene y mis queridos amigos ha sido algo realmente increíble.
Gracias, chicos, por este fin de semana de fábula.
Un abrazo.
La verdad, me supo a poco. Todo con mucha prisa, sin demasiada pausa, como no podía ser de otro modo y ya sabíamos que sería, pero siempre he ido a Londres con tiempo de ver mis lugares favoritos del mismo, cosa que no ha ocurrido esta vez. Pero disfrutar de una de mis ciudades favoritas por primera vez con mi nene y mis queridos amigos ha sido algo realmente increíble.
Gracias, chicos, por este fin de semana de fábula.
Un abrazo.
2 comentarios:
Dani, thank you so much for making it the most beautiful birthday I can remember. I was very happy. Thanks for all you did, I will never forget it.
Bigbro, the pleasure was entirely ours... :)
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