Era una noche como cualquier otra. Eran las tres de la madrugada, un día más de una semana más, y yo estaba en la cama intentando conciliar unas horas de sueño antes de mi jornada laboral del día siguiente. No había nada raro en esa situación: había cenado ligero, había visto la tele un rato, surfeado por internet un poco más, y me fui a la cama a leer y a quedarme dormido.
Entonces ocurrió, como otras veces: en medio de la noche desperté sudando, temblando asustado y me entró el pánico. Había tenido una pesadilla, la misma que se me viene repitiendo de vez en cuando desde que tengo uso de razón. Y la maldije. Y lloré, y desesperé. Estaba solo. La oscuridad se apoderó de mi.
Intenté pensar en una imagen que apartara la oscuridad de mi de una vez por todas, que dejara el dolor de lado, que me devolviera la cordura y la tranquilidad. Y apareció...
Entonces ocurrió, como otras veces: en medio de la noche desperté sudando, temblando asustado y me entró el pánico. Había tenido una pesadilla, la misma que se me viene repitiendo de vez en cuando desde que tengo uso de razón. Y la maldije. Y lloré, y desesperé. Estaba solo. La oscuridad se apoderó de mi.
Intenté pensar en una imagen que apartara la oscuridad de mi de una vez por todas, que dejara el dolor de lado, que me devolviera la cordura y la tranquilidad. Y apareció...
Y con esa imagen, la luz, el sosiego y la paz volvieron a mi corazón.
4 comentarios:
pobrecito mío,...
Que bonito, espero que en un futuro no muy lejano, tambien puedas abrazar tu imagen, en medio de una pesadilla, me entiendes verdad?
Besos a los dos.
jooo, qué bonito! (iba a poner un comentario mucho más maligno pero, sinceramente, este post me ha hablandado el corazón de arpía que tengo).
muchos besotes.
y para él también.
Sera, ¡de pobrecito nada y tú lo sabes perfectamente!
TT, eres genial, gracias por este mensaje, jejeje.
Finn, te agradezco que no hayas sacado tu vena de mariquita mala. Mil besos a tí y a tu chulazo.
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