La falta de sueño no es ni puede ser buena. Ayer tuve un día en el que, inexplicablemente, me sentí somnoliento casi todo el tiempo, y concretamente a las cinco de la tarde o así casi me caí redondo en el despacho. No entiendo muy bien a qué se debe esta falta de sueño, salvo que haya factores a los que no estoy prestando atención. Estoy ya acostumbrado a lidiar con las cosas del curro, aunque no tanto con las de la comunidad. Y aún así no dejan de ser anécdotas más o menos desagradables, chabacanas y rutinarias. Bueno, el caso es que no duermo bien, y llevo dos días así. Ayer me acosté pronto para intentar conciliar unas horas decentes de descanso, pero a las cinco de la madrugada se tornó en una nueva frustración. Estaba cansado pero no podía dormir. No me quería levantar, hacía frío y no tenía nada interesante que hacer a esas horas.Pero bueno, sea lo que fuere, espero que se vaya desinflando y poco a poco vuelva a dormir algo mejor. Estoy ilusionado ante la perspectiva de un fin de semana más que emocionante en Jaén y Granada, ya que me marcho a descansar a casa de un amigo e irnos juntos a ver a Yann Tiersen, que ofrece un concierto en la ciudad de La Alhambra, a la cual yo fui por primera vez hace ahora algo más de dos años y que siempre he querido volver a ver con algo más de calma, así como Jaén, que me trae recuerdos de cuando era niño, ya que mi familia paterna es de allí pero que desde hace muchísimo tiempo nos hemos desligado.
Ah, que pocas ganas tengo de escribir hoy… tanto trabajo, tanto que hacer, tan poco por disfrutar… en fin, acompaño este texto con una foto mía en granada a finales de enero de 2005.
¡Un abrazo!.
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