Pues sí; así es, ya me gustaría de cerca tener un poquito la personalidad de este personaje de ficción, una de las protagonistas de mis series fetiche en la actualidad, Mujeres desesperadas. Y, ¿por qué digo que me gustaría ser como ella?.
Bueno, ante todo recordar que este maravilloso personaje interpretado por la no menos maravillosa Felicity Huffman es sobre todas las cosas, sensible y humana. Amiga devota, esposa y madre afectiva, inteligente, decidida, sensata, ingeniosa y divertida. Con diferencia respecto a las demás protagonistas, creo que sin duda Lynette representa la parte jocosa pero humana de la serie. Aún recuerdo ese capítulo en el cual se preguntaba a sí misma si era una buena madre, y una conversación con Bree despejaba todas esas dudas que habían surgido a raíz de una situación desmedida, como nos suele suceder a todos en algún momento.
Pero al margen de su humanidad, lo que más adoro de Lynette es su capacidad de adaptación al medio. Sin obviar que es un personaje ficticio y que los guionistas mueven los hilos para magnificar todas sus acciones, lo cierto es que me parece adorable la forma en la que se mete en líos a cada cual más enrevesado, y siempre sale victoriosa gracias a esa cualidad que acabo de describir: su perspicacia e inventiva. Ya sea con su jefe en el trabajo, con su marido en casa, con cualquiera de sus revoltosos hijos o sus amigas del alma. Brutal fue la escena en la que alineaba las botellas de vino delante de casa de Bree. Un acto de amor en toda regla.
Ah, Lynette... ¿cómo lo haces?. Ya sé que no eres real, pero podrías a veces darme un poquito de ti. Cuando veo cómo haces entrar en razón a Tom, o al lerdo de tu jefe, y consigues tener una estabilidad laboral y emocional más o menos buena, no puedo evitar aplaudirte.
¡Viva Lynette Scavo!. Una auténtica joya de mujer, de persona, y de personaje. Tú eres una auténtica estrella y lo demás son tonterías.
Un abrazo.
Bueno, ante todo recordar que este maravilloso personaje interpretado por la no menos maravillosa Felicity Huffman es sobre todas las cosas, sensible y humana. Amiga devota, esposa y madre afectiva, inteligente, decidida, sensata, ingeniosa y divertida. Con diferencia respecto a las demás protagonistas, creo que sin duda Lynette representa la parte jocosa pero humana de la serie. Aún recuerdo ese capítulo en el cual se preguntaba a sí misma si era una buena madre, y una conversación con Bree despejaba todas esas dudas que habían surgido a raíz de una situación desmedida, como nos suele suceder a todos en algún momento.
Pero al margen de su humanidad, lo que más adoro de Lynette es su capacidad de adaptación al medio. Sin obviar que es un personaje ficticio y que los guionistas mueven los hilos para magnificar todas sus acciones, lo cierto es que me parece adorable la forma en la que se mete en líos a cada cual más enrevesado, y siempre sale victoriosa gracias a esa cualidad que acabo de describir: su perspicacia e inventiva. Ya sea con su jefe en el trabajo, con su marido en casa, con cualquiera de sus revoltosos hijos o sus amigas del alma. Brutal fue la escena en la que alineaba las botellas de vino delante de casa de Bree. Un acto de amor en toda regla.
Ah, Lynette... ¿cómo lo haces?. Ya sé que no eres real, pero podrías a veces darme un poquito de ti. Cuando veo cómo haces entrar en razón a Tom, o al lerdo de tu jefe, y consigues tener una estabilidad laboral y emocional más o menos buena, no puedo evitar aplaudirte.
¡Viva Lynette Scavo!. Una auténtica joya de mujer, de persona, y de personaje. Tú eres una auténtica estrella y lo demás son tonterías.
Un abrazo.
1 comentario:
¡Viva Lynette! ¡Y Bree too!
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