27 de marzo de 2006

Hipoteca: Prólogo

Aunque mi último post se pueda interpretar de muchas maneras, la verdad es que lo escribí a razón del caótico día que viví hace unos días a nivel de gestiones bancarias. Dentro de poco voy a emanciparme del hogar materno, siendo el límite para dicha emancipación el mes de septiembre, dependiendo de los azares del destino (es decir, cuando acabe la constructora). Pero como dichas fechas ya están más que cercanas por contrato escrito, ya me ha llamado la entidad bancaria que hace la subrogación oficial de dicha hipoteca, ese pedazo de maravilloso banco llamado La Caixa. Bueno, yo ya me he movido por mi cuenta, pero dado que ellos son los “oficiales” de la constructora, no perdía nada en ir a hablar con ellos a ver si me ofrecían buenas condiciones.

Lejos de ofrecermelas, lo único que consiguieron fue que apenas a las once de la mañana ya tuviera un agotamiento mental fuera de lo común. Que si comisiones por esto, por lo otro, que si euribor e interés, que si gastos de escritura, que si notarías, que si tasaciones, que si seguros de vida, que si seguros de hogar, que si seguros de hogar continentales o contenidos... y un largo etcétera. Agotador, en serio.

Saqué una conclusión clarísima: no pienso hacer mi hipoteca con La Caixa, entre otras cosas porque me piden cosas imposibles que otras entidades no me han negado. De locos. Esto es absolutamente de locos.

No puedo contar mucho más, porque me temo que lo que he vivido hasta ahora al respecto no es sino el breve preludio de una larga historia. Los próximos capítulos, en los meses venideros... ¡seguiremos informando!.

Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Prueba Bankinter. Es un banco elefantástico.

Saludos