No, no me he muerto (¡afortunadamente para mi!), aunque tengo que reconocer que debido a los extraños avatares que han acontecido sobre mí en los últimos 12 meses, no he podido explayarme ni mucho menos excederme en mis apariciones blogueriles. Pero Mis muy modestas reflexiones, lejos de ser un proyecto que ha caído en el vacío, para mí sigue muy pero que muy vivo.